ORIGENES DEL BARRIO
En la segunda década del siglo pasado, la vasta zona hoy delimitada por la calle Nazca, Jonte, Nogoya y Avenida San Martín, estaba ocupada por quintas y montes frondosos. Una de esas esquinas pertenecía a una familia de apellido Juncal, cuyo jefe donó una fracción a la altura de Arregui y Av San Martín con destino a un paradero de la vía férrea del entonces ferrocarril Buenos Aires al Pacífico. Entonces el barrio era Villa Juncal.
Villa Sahores tiene el mismo origen. Se habla en el barrio de una quinta de ese nombre y a la distancia las referencias se confunden para señalar con el mismo nombre al propietario y al rematador.
NACE SAHORES
Puede desirse que su historia comenzó en el año 1925 con la llegada al barrio de la familia de don Miguel Murgo. Amante del fútbol, ese mismo año funda el Club HARRY-HAYES, nombre de un famoso jugador de aquellos tiempos. En 1926 funda FUTURO AMANECER club dedicado sólo a bailes familiares. En 1927 nace el CENTRO DE VERDULEROS FIGLI DI CATANZARO. El 3 de marzo de 1931 en la calle Caracas 2526, casa de Murgo, se funda Villa Sahores.
En 1933 pasa a Lascano 2455, luego a Terrero 2666 y Terrero 3165 hasta que en el año 1939 se realiza la mudanza definitiva a la actual sede de Santo Tomé 2496, cuyo terreno se pagó $ 150.000. En el año 1942 se fusionó con la Sociedad de Fomento Villa Juncal y la Biblioteca Popular Dr. Juan Pablo Echagüe.
Y la historia aún continua porque nunca habrá para Sahores una “ Luna de Avellaneda”.
Alguien dejó caer sobre la mesa una vieja foto… con el olor picante tal vez liberado de un álbum de la abuela. Con el color amarillento que sólo pinta el tiempo. Con esos rostros de muñecos alegres….Alguien dejó caer una foto para que el tiempo se detuviera y aquellas mascaritas de pelo acartonado miraran pasar por sus ojos huecos de ilusiones a la última murga, aquella que se fue cabalgando en una noche carnavalera de aquel lejano 3 de marzo.
Aquí veo a Miguel Murgo mascando tabaco pobre, Don Antonelli enfundado en un chaleco de fantasía…y aquí-y aquí-, y la rueda del 2011 desgrana nombres de 1931.
Porque así nació SAHORES. De una barra de esquina. De un grito que se rebelaba de la crisis económica que asfixiaba al mundo entero y del cuartelazo que derrocó al viejo don Hipólito.
Pasaron 80 años. Toda una vida. Toda mi vida. Porque mientras en Sahores tocaba D’ Arienzo con Polito, en África Rommel arrasaba con sus tanques a las tropas inglesas, mientras que en Sahores brillaba la primera división de fútbol amateur, en Medellín plegaba sus alas un pájaro cantor, mientras que en Sahores don Juan Pablo Echague hablaba de cuentos y novelas en las tribunas Alfredo Palacios y Lisandro de la Torre enarbolaban su bandera doctrinaria.
Porque mientra que en Sahores trabajaban hombres que son leyenda como Murgo, Caggiano, Sampaolesi, Moltrasio, Alberto Fernández, Pocholo Serafini, Crivelli, y cientos mas cuyos nombres se encuentran impregnados en las viejas paredes del club, en el mundo transitaba Carlitos Chaplin con su bastón de caña, la máquina de River y Castillo con Tanturi.
Guarde las fotos en un sobre y llegué al umbral del Club, el mismo que pisé por primera vez en la primavera de 1946 para no abandonarlo más.
Roberto Giacón